Los cultivos de grano grueso en la zona del Sudeste de Buenos Aires muestran una situación dispar en su evolución y potencial de rinde.
En la zona costera y hacia el Norte de una línea imaginaria que una la costa de Lobería y el partido de Tandil, y que abarca Coronel Vidal, Mar Chiquita y General Madariaga, a grandes rasgos, las lluvias resultaron oportunas en los momentos críticos de los cultivos de grano grueso, y evolucionan bien
Hacia el Sur de esta línea, en cambio, y en el corredor de la ruta 226 desde Balcarce hacia Azul, las lluvias fueron escasas, y los cultivos sufrieron estrés hídrico en momentos críticos. La peor parte la tienen los lotes con tosca, que no pudieron capitalizar los excesos de lluvias de fin de invierno y primavera, en vista de tienen menor capacidad de almacenaje que los suelos profundos. La situación de los cultivos en esta parte es mala, incluso en el caso del cultivo de girasol, muy afectado en los cuadros con tosca.
En vista de esta situación, habrá una gran disparidad en los rindes, además de pérdida de parte del área por sequía, y los rindes promedio probablemente caigan por debajo de la media histórica.
El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona Sudeste de Buenos Aires sobre la base de los precios estimados a cosecha 2018 para granos gruesos, y precio disponible para el trigo. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
Los rindes de indiferencia para siembras en campo propio son del orden de 37 qq/ha en trigo, 18 qq/ha en soja de 1ª, de 17 qq/ha en girasol y de 44 qq/ha en maíz.
Para siembras en campo arrendado, para un valor de arriendo de 9 qq/ha de soja, los rindes de indiferencia son del orden de 48 qq/ha en trigo, 24 qq/ha en soja de primera, 23 qq/ha en girasol y 56 qq/ha en maíz.
La suba en los precios a cosecha, motorizada por la sequía, impacta con una baja en los costos en quintales. Pero por el lado de los costos, aumentó 12% a tarifa de fletes y se confirmó el alza en el Impuesto Inmobiliario. Esto tiene el efecto contrario. Si se tienen ambas variables en cuenta, el impacto de estos movimientos en precios y costos resultaron en una leve caída en los rindes de indiferencia (rinde necesario para cubrir los cosos totales), con excepción del girasol.
Respecto de las proyecciones calculadas hace un mes para siembras en campo propio, el rinde de indiferencia cayó 1 qq/ha en trigo, 2 qq/ha en soja, aumentó 1 qq/ha en girasol (el precio a cosecha no tuvo aumento), y bajó 4 qq/ha en maíz.
El cultivo de girasol está próximo a cosecharse, pero falta aún un trecho para la cosecha de maíz y soja. Sólo con lluvias generosas en los próximos días podría atenuarse la caída en la producción en las zonas más complicadas, aunque los pronósticos no son alentadores.
Es previsible que haya quebrantos en buena parte de la zona, donde no alcanzará con el alza en los precios para equilibrar la pérdida en la producción por hectárea