Finaliza una campaña signada por eventos climáticos, que se iniciaron con excesos hídricos, luego sequía (que derrumbó los rindes), y en los últimos 25 días lluvias intermitentes o elevada humedad combinada con altas temperaturas, que complicaron el final de la cosecha de soja.
De la soja de 1ª se cosechó el 95%. Lo que resta por trillar muestra muy malas condiciones de calidad ante el manchado y brotado causado por las últimas lluvias.
En cuanto a la soja de 2ª, que en su mayor parte no se cosechó, lo que se sembró los primeros días de diciembre muestra daños del 60 a 100% en cuanto a calidad. Lo que se sembró a partir del 15/12 muestra 20 a 40% de daño.
En cuanto a rindes, se estima un promedio de 14 qq/ha sobre lo que se cosechó, pero algunos lotes no se trillarán porque el rinde estimado no alcanza para cubrir el costo de comercialización y cosecha.
Los rindes de maíz resultaron erráticos en el N de Bs As, en rangos de 70 a 100 qq/ha, pero con mayor proporción de rindes por debajo de 85 qq/ha.
En este contexto, que para algunos productores implicará quebrantos y en la mayoría rindes por debajo de lo presupuestado, se inicia la campaña 2018/19 con menos recursos que el año pasado.
A pesar del retraso por las lluvias, aún quedan semanas para concretar la siembra de trigo. Se estima que la superficie aumentará un 30%. Si bien el resultado proyectado en campo propio es ajustado, se apunta a generar recursos financieros a fin de año, con un precio a cosecha que hoy se puede fijar a futuro en 185 US$/tn.
PROYECCIONES 2018/19
Para siembras en campo propio, el rinde de indiferencia en quintales, necesario para cubrir los costos totales, es de 31 qq/ha en trigo, 16 qq/ha en soja de 2ª, 58 qq/ha en maíz y 25 qq/ha en soja de 1ª.
Para siembras en campo arrendado, en tanto, para un arrendamiento de 15 qq/ha (en campos de productividad media) el costo total en quintales es de 38 qq/ha en trigo, 20 qq/ha en soja de 2ª, 73 qq/ha en maíz y 32 qq/ha en soja de 1ª.
Las proyecciones muestran resultados interesantes para el maíz en primer término, seguido por la soja de 1a, tanto en campo propio como en campo arrendado. A pesar de esto, la superficie de maíz disminuiría en vista de que se cuenta con pocos recursos financieros. Con lo que se invierte en sembrar una hectárea de maíz, se pueden sembrar 1,62 has de soja.
ARRENDAMIENTOS
En lo relativo a los arriendos, el mercado está muy frío. Se estima que no se moverán los precios en quintales porque los arrendatarios finalizan la campaña con un volumen muy inferior de grano cosechado.
El mercado, en tanto, está pendiente del clima local y en EE.UU., que está en plena siembra de maíz y soja.