La sustentabilidad hoy está en foco en las producciones agrícolas. Los suelos comienzan a degradarse producto de distintas actividades que generan efectos no deseados. Pierden fertilidad, estructura, surgen contaminaciones en los acuíferos, pérdida de biodiversidad, etc. El papel de las tierras bajo arrendamiento comienza a jugar un rol muy importante en el compromiso ambiental para la sustentabilidad.
En la “Agenda Aapresid” del pasado 26/27 de mayo, uno de los temas tratados y de gran importancia fue la sustentabilidad y los arrendamientos.
Aproximadamente el 70% de las producciones en el territorio nacional se llevan a cabo mediante arrendamientos, que no siempre cumplen ciclos completos y en su mayoría son contratos a corto plazo. Las situaciones económicas, políticas y de mercado para el sector son poco estables, el productor no arriesga, sus contratos son breves y no proyecta en función a un sistema sustentable en el tiempo, sino que prioriza mayores rindes a corto plazo.
En la tanda sobre “¿si es posible cuidar el suelo en campos alquilado?” Fernando García, consultor en nutrición de cultivos, habló al respecto, definiendo que “En los últimos 30-40 años, en Argentina, se vio una caída alarmante en la fertilidad, con un 30-70% de pérdida de materia orgánica. Asimismo, muchas áreas hoy evidencian un balance de nutrientes negativo, principalmente de fósforo”.
Como punto de partida frente a esta situación, es necesario conocer el estado del suelo y promover la nutrición, no solo con alternativas químicas, si no, recurrir a la biorremediación. Los sistemas más verdes y vivos son la salida para una agricultura a futuro sostenible. La planificación de rotaciones, cultivos de cobertura y fertilizaciones juegan un papel clave.
En las tierras arrendadas no siempre se prioriza el estado del suelo, por eso es necesario que se estimulen las buenas prácticas agrícolas para poder conservar sus aptitudes. Una alternativa planteada fue que los contratos asciendan a más de un año de modo que el productor deba elegir por el cuidado del suelo.
A su vez, Diego Sánchez Granel (Socio Aapresid) en función a su experiencia, plantea que “quedarnos sin tierra nos complicaría seguir existiendo, por eso es un compromiso y conveniencia cuidar los suelos de los campos más allá de la propiedad de los mismos”.
Lograr sustentabilidad en el sistema, desde el punto de vista social, económico y ambiental, implica el cuidado de los recursos naturales. Un sistema sustentable debe ser productivo, económicamente viable, adecuado ecológicamente, cultural y socialmente aceptable, y por último que sea técnicamente posible.
Mario Arbolave, director de Márgenes Agropecuarios, en su participación de la “Agenda Aapresid” señaló que el panorama de alquileres de la próxima campaña viene marcado por un mercado alcista dado por los muy buenos precios de los granos y precios a cosecha 2022.
Frente a esto, los acuerdos de arrendamiento más flexibles con tramos fijos y tramos variables son una mejor solución que además permite alinear los intereses del productor con los del arrendatario.
El 90% de los arrendamientos en el país se hacen en quintales fijos. Cuando los costos del alquiler no están basados en el precio del cultivo de referencia, esto le permite al productor la libertad para planificar la mejor secuencia de cultivos al mediano plazo.
Por último, es importante el diálogo entre el productor y quien arrienda para ampliar la vista productiva y establecer objetivos sustentables.