Según el Ministerio de Agricultura finalizó la siembra del cultivo de trigo y cebada, la cual alcanzó un récord histórico.
La siembra de trigo 2021/22 llegó a 6,95 mill. has. y permitió así llegar a un nivel récord, 7% más con respecto a la campaña anterior, en la cual se habían sembrado un total de 6,7 mill. de hectáreas.
En tanto para el cultivo de cebada, el incremento fue de un 4%. En la campaña 20/21, la superficie destinada a este cultivo fue de 1,25 mill. de hectáreas frente a 1,3 mill de hectáreas actuales.
Entre ambos cultivos, el área sembrada alcanza un total de 8,25 millones de hectáreas.
Actualmente la relación insumo/producto entre el trigo y los fertilizantes es atractiva. Estas relaciones son un indicador a tener en cuenta, pero no aplica para todos los productores especialmente los que salieron muy castigados en 2020/21 por el clima y su impacto en los rindes.
ESTADO DE LOS CULTIVOS
El trigo en general se encuentra transitando la fase de macollaje, si bien el estado es bueno, es necesario que ocurran precipitaciones en el corto plazo para afrontar el desarrollo sin afectar el rendimiento final. En algunas zonas, como en el Oeste y Sur de Buenos Aires, el desarrollo se ha frenado producto de la falta de agua y heladas de la última semana. En general, los almacenajes en la zona triguera vienen en descenso pero por el momento no son muy inferiores a lo esperado para la época.
En cuanto a la cebada, el estado del cultivo es de regular a bueno. Dicha situación, también se asocia al contenido de agua en suelo. La falta de humedad edáfica impide que las fases fenológicas del cultivo se desencadenen con normalidad. De continuar con tal situación el rendimiento podría verse afectado.
Se espera un incremento en la producción total de granos gruesos, en el caso del girasol todo indica que podría alcanzar un total de 1,9 mill de hectáreas, lo que implica un incremento de la superficie en un 11,8% en relación a la campaña anterior. Dichos aumentos se verían reflejados principalmente en Chaco, seguidos por el centro-oeste de Buenos Aires y centro-norte de Santa Fe.
Para el maíz y el sorgo el incremento del área sembrada en principio sería de un 2% respectivamente. En el caso del sorgo, se espera que alcance el millón de hectáreas.