Luego de las lluvias de la segunda semana de octubre, la Bolsa de Comercio de Rosario hizo la primera estimación de producción: 20,7 mill. tn. para el trigo nacional.
Fue un año difícil para el cultivo de fina, con periodos de muy baja disponibilidad de agua útil en suelo, que trajo consigo distintos estados sanitarios en todo el país. Sin embargo, las recientes lluvias llegan para aliviar la situación y arrojan resultados positivos.
En tal sentido, la estimación de la producción triguera hace muy pocos días, rondaba los 20,1 mill. tn. y tras el paso de las lluvias que permitieron aumentar la humedad en el perfil sobre la franja triguera nacional, se aumentó la proyección de producción a 20,7 mill. tn.
La situación de los cultivos resultaba muy heterogénea, con suelos que prácticamente se encontraban con sequías y otros que apenas ofrecían un limitado contenido hídrico para afrontar el periodo más difícil y de mayor demanda. A tal situación se le agregan las altas temperaturas que se incrementan día a día, y que mediante la evaporación declinan el contenido de agua en suelo limitando el normal desenvolvimiento del cultivo.
En los últimos dos meses, las lluvias fueron ausentes, apenas unos pocos milímetros en septiembre y las lluvias de la última semana.
Es necesario que estas lluvias continúen ya que el cultivo afronta la etapa de llenado de grano y define su rendimiento. El rinde nacional esperado sería de 31,5 qq/ha.