En lo que va del año ingresaron a faena 1 millón menos de animales, lo que representa un descenso del 7,7%. En el mes de noviembre, la faena total fue de 1.097.708 de bovinos, que en el acumulado para el 2021 arrojan 11,8 millones de cabezas.
En comparación al mismo periodo del año previo, se faenaron 981.000 vacunos menos que se traducen a 185.000 toneladas de carne vacuna por debajo de la producción del 2020. Resultando una de las menores tasas de faena del año.
Del mismo modo, el bajo volumen comercializado provocó una fuerte incertidumbre en los precios de hacienda marcando la variabilidad de los remates. En este mes también se registró un aumento en el valor de vientres. Los precios de esta categoría y los niveles de faena de hembras indican un ciclo de retención.
La falta de stock nacional de los últimos años conlleva a la necesidad de aumentar el peso de faena para poder recuperar volumen de producción. A tal situación, las restricciones a las exportaciones y la incertidumbre a causa de las medidas del último ciclo, provocan una disminución en el ritmo de producción. Esta tendencia bajista en la producción provocó un fuerte salto del precio de la hacienda para el productor.