La campaña gruesa 2021/22 comenzó bajo una fuerte presión climática que generó la reducción en las proyecciones de producción para Argentina, tanto para los cultivos del maíz como para la soja.
En el caso del maíz, la caída fue de 8 mill., finalizando en 48 mill.tn, que es la actual proyección. Esta reducción, implica una menor oferta del cereal abriendo un escenario de incertidumbre en el mercado futuro del maíz y la capacidad de abastecer los contratos ya pactados.
Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior al 28/01- último registro- suman un total de 22.505.550 tn. que comenzarán a embarcar partir de marzo con 4.413.400 tn. Si bien el cupo máximo es de 25 mill. tn. aún queda por ver si se logra cubrir, teniendo en cuenta que restan cerrar más de la mitad de los contratos del mercado local.
Al momento, ya se llevan comercializados unos 14,6 mill. tn.
Presiones para el cereal
En un año donde se proyecta un crecimiento mundial, en términos de exportación, de 204 mill.tn frente a 183 mill.tn del ciclo previo, el contexto internacional presiona al mercado del cereal ya que los conflictos entre Rusia y Ucrania generan un marco de incertidumbre para el maíz, debido a que ambos paises son exportadores y que se podrían generar problemas en la logística y distribución sobre la región del Mar Negro afectando la proyección de exportación.
Al mismo tiempo, el mercado climático presiona a diario las cotizaciones y son el factor de mayor volatilidad a la hora definir el precio futuro del cereal.
Por último, como el maíz se destina a la producción de etanol, el mercado de los grandes commodities, como el petróleo, y las subas que se registren en el precio del barril genera una tendencia alcista y presiona las cotizaciones.