Las lluvias de abril dejaron un escenario favorable para dar inicio a la nueva campaña de fina, pero no fueron suficientes para revertir la sequía del centro y norte del país.
Abril favoreció la recarga de los suelos de varias regiones del país, y permitió la mejora de otras que estaban con déficit como el este argentino y el Litoral.
Desde la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) indicaron que las precipitaciones de abril superaron los valores normales en el sudeste-sudoeste de la Región Pampeana y el extremo del Litoral. Estos eventos fueron suficientes para revertir las condiciones de sequía que se habían intensificado en los últimos meses. Al mismo tiempo, el informe reveló que las lluvias no fueron suficientes para recargar el perfil en el centro del país aunque hubo mejoras significativas.
Las precipitaciones también permitieron recargar los suelos del este del área agrícola ante la próxima siembra de los cereales de invierno lo que permite dar un buen inicio a la campaña 2022/23
Por otra parte, también indicaron que las condiciones de sequía redujeron los rendimientos del maíz y el girasol a niveles menores a los esperados en distintas regiones de la Argentina.
En el mismo informe señalaron que la probabilidad de que ocurra una tercera Niña consecutiva es del 73%, en el periodo de mayo-junio-julio, lo cual sólo sucedió dos veces en 60 años, en el ’73, ’74 y ’75, y en el ’98, ’99 y 2000.
Asimismo, anunciaron que posiblemente y a raíz de este evento, cuando se inicie el ciclo de gruesa las anomalías no sean de gran importancia. En paralelo informaron que las temperaturas medias serían superiores a lo normal en la Patagonia, inferiores en el noroeste, y que estarían dentro de los valores normales en la Mesopotamia y en la Región Pampeana.
Por último, destacaron que el noroeste de la Región Pampeana continúa en situación de sequía