En el análisis de la última década, la siembra del cereal presenta el menor avance a nivel nacional. La ausencia de lluvias y la aparición de heladas deja un panorama de sequía para varias regiones del país y además instala un escenario alarmante para la campaña triguera.
En Santa Fe faltan entre 100 a 150 mm para llegar a las medias históricas de lluvias, en Córdoba 75 a 125 mm, y para el noreste de Buenos Aires faltan 100 a 150 mm para alcanzar los valores históricos que permitan la recarga de suelo. En Junín, el otoño 2022 fue el más seco desde 1963, solo llovieron 79 mm en el periodo del 21/3 al 21/6, por lo que faltaron 186 mm para alcanzar la media de las lluvias de otoño, situación que no se repitió en 60 años. Para Río Cuarto, Córdoba, el actual período es el que deja el registro de menores lluvias desde 1961 y en Córdoba capital, los últimos meses transitados del 2022 dejan el panorama más seco desde 1986.
Durante los últimos días, solo el centro sur de Santa Fe pudo revertir las condiciones de humedad permitiendo que la siembra avanzará un 5%, restando 43 mil ha. proyectadas y logrando que el avance de la región sea del 70%.
En la comparación estadística, la siembra presenta el registro más bajo de los últimos 10 años a raíz de las insuficiencia de lluvias.
Es por ello que se prevé que no se pueda alcanzar las hectáreas proyectadas para varias regiones del país. Tal es así que en Marcos Juárez, la siembra finalizó con el 50% de lo intencionado y en General Pinto alcanzó el 90% de lo proyectado.
Bajo este escenario se estima que la superficie de trigo 2022/23 podría caer entre un 25 y un 40% en la comparación interanual.
Por último, los lotes que lograron implantarse muestran heterogeneidad, lentos crecimientos y pérdidas de plantas. En Pergamino la demora en la emergencia son de alrededor de 20 días, al igual que sucede en Bigand donde también se registran daños por heladas
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