Tras una semana con un progreso en la siembra relativamente bajo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires no descarta un nuevo ajuste en la proyección de producción.
La siembra de trigo continúa relegada, la ausencia de lluvias y las heladas recurrentes impiden completar con el esquema de siembra a nivel nacional.La falta de humedad en suelo, caracterizada por un comienzo de campaña sin precipitaciones que favorezcan la recarga del perfil edáfico, además de las heladas que facilitan el desecamiento del suelo son las principales trabas de la siembra.
Al momento, la campaña 2022/23 registra una demora de 5.5 pp. respecto al ciclo anterior, logrando sembrar el 90,7% de la superficie nacional, en números la siembra cubre 5.620.536 hectáreas frente a las 6.200.000 proyectadas. Las principales demoras se registran en el centro Norte de Santa Fe, el sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa.
Ante un pronóstico de lluvias ausentes, en varios lotes se procedió a la implantación de trigo en seco debido a que la ventana de siembra está próxima a cerrarse.
Esta situación no solo presiona las labores iniciales, sino que también dificulta los cuadros que transitan etapas más adelantadas, como sucede en el NOA donde ya están en fase de encañazón con reservas de humedad en regular/sequía.
En paralelo, sobre el centro-este de Entre Ríos se informaron eventos de granizo que provocaron daños importantes en aquellos lotes donde el cereal se encontraba en pleno macollaje.
A la fecha, solo los cuadros sembrados tempranamente son los que mejor transitan las fases del cultivo, ya que aún disponen de humedad en horizontes más profundos.Del total de área implantada, el 43% presenta una condición hídrica de regular/sequía, principalmente en las zonas del centro y norte del área agrícola, por lo cual se estima que el 23% del área sembrada se encuentra en una condición regular/mala, mientras que el 77% restante se divide entre buena a normal (18% buena, 59% normal)
Por último, y ante la falta de pronósticos de lluvias en las próximas semanas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires no descarta nuevos ajustes en la proyección de producción 2022/23.