Después de las precipitaciones de la última semana en Buenos Aires, vuelven las condiciones de estabilidad. Al mismo tiempo, la sequía retrocede en la provincia, pero en gran parte del país se mantiene el déficit hídrico.
En los últimos meses, la falta de humedad en suelo en la provincia de Buenos Aires se acentuaba, mientras que la condición de sequía abarcaba más del 50% de los suelos bonaerense. Sin embargo, en la última semana la situación se revirtió aunque en Córdoba y Santa Fe las lluvias continúan ausentes y dejan en la región núcleo más de 300.000 hectáreas de cultivos invernales bajo condiciones regulares/malas en una etapa en donde cultivo comienza a demandar más agua a medida que avance en sus estadios fenológicos.
Más del 40% del territorio bonaerense recibió lluvias entre 15 a 40 mm acumulados, dejando solo un 5% de la superficie bajo condiciones de sequía. El alto contenido de humedad en el aire y el choque con las masas frías, permitieron el desarrollo de precipitaciones. En algunos casos, los mililitros fueron superiores como sucedió en Saladillo que recibió 60 mm y Las Flores más de 100 mm.
A partir del día de ayer y para lo que resta de la semana, las condiciones de estabilidad van a predominar en la región, el buen tiempo se asienta mientras que las lluvias se alejan en la mayor parte del país. El paso del frente de tormenta se completo, pero la llegada de una masa de aires frío se establece en la región causando descensos de las temperaturas e incrementando el riesgo de heladas débiles a moderadas. Posteriormente los vientos rotarán al sector norte incrementando paulatinamente las temperaturas por encima de lo normal.