El trigo transita su etapa plena de macollaje en un contexto de lluvias ausentes.
En plena formación de hojas del cultivo, las lluvias en las principales zonas trigueras del país permanecen escasas afectando severamente los niveles de humedad en suelo lo que lleva a que el trigo comience a mostrar síntomas de estrés hídrico ya que las fertilizaciones nitrogenadas proyectadas para la etapa de macollaje no pudieron realizarse correctamente.
En las pocas áreas donde llovió, como fue en el norte de Buenos Aires, las lluvias fueron muy desparejas evidenciando el anormal desarrollo de los planteos trigueros como el menor crecimiento, número de macollos y en paralelo, comienza a estimarse la posible pérdida de los rendimientos potenciales.
En Córdoba, las lluvias del principio del mes de agosto favorecieron la implantación del cultivo pero los niveles de humedad en suelo continúan siendo ajustados y son necesarias en el corto plazo precipitaciones para cubrir la demanda del cultivo que comienza a ser mayor. En La Pampa, precisamente en General Pico, la condición en suelo es regular a principio de sequía ya que el porcentaje de agua útil en la capa arable es del 10 al 20%.
Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, los niveles de humedad en suelo se encuentran por debajo de la condición ideal sobre la mayor parte del territorio nacional. A raíz de esta situación, en varias localidades se comienza a evidenciar un estado del cultivo entre malo a regular, entre ellas se encuentran Junín, Río Cuarto, General Pico y Casilda. Entre las cuatro localidades, el total de hectáreas bajo esta condiciones es de 500.000.
Por último, en áreas como en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, Pigüé, el trigo crece correctamente a partir de las fertilizaciones realizadas con buenos niveles de humedad. En Paraná, la condición es entre muy buena a buena en la mayoría de los lotes.
Semana sin precipitaciones en el área de la delegación Tres Arroyos, con mucho viento y un pequeño aumento de temperaturas, lo que aceleró el secado del suelo y, por otro lado, el crecimiento de los trigos, los cuales se encuentran entre dos a tres hojas y macollaje.