La campaña para el girasol 2022/23 inició bajo condiciones hídricas lejanas de lo óptimo, limitando el normal progreso de la siembra.
La campaña 2022/23 tiene una proyección de siembra para el girasol de 2 mill. de hectáreas, con la mayor cantidad localizadas en el sudeste de Buenos Aires, seguido por el sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa.
De acuerdo a la Bolsa de Cereales, al momento, la siembra ocupa el 19,9% de la superficie, un total de 400 mil hectáreas, con el 100% de la superficie sembrada en el NEA y el 83% en el centro norte de Santa Fe. Mientras que en zonas como el sur de Córdoba, la región núcleo Norte y Sur aún no comenzó.
Pero la siembra de la oleaginosa se encuentra frenada producto de la baja humedad en suelo y las temperaturas por debajo de lo normal que impiden el desarrollo de las labores de siembra de girasol.
En la región centro norte de Santa Fe, el estado hídrico en suelo es adecuado lo que permite el normal desarrollo del cultivo que al momento no alcanzó el periodo crítico. Asimismo, se observan daños en hojas por heladas.
En el centro norte de Córdoba y centro este de Entre Ríos la siembra se ralentiza por falta de humedad y bajas temperaturas.
Hacia el sur del área agrícola, la actual limitante es la disponibilidad de semillas previa a la siembra.
En Marcos Juárez, Córdoba, la siembra avanza a medida que la humedad lo permite. Actualmente, la condición hídrica en suelo se caracteriza como regular-adecuada, esperando lluvias a corto plazo para finalizar con la siembra de las hectáreas proyectadas.
En Chaco, las reservas escasas complican el desarrollo de las plantas en crecimiento y ralentizan el avance de la siembra.Los más avanzados se encuentran en condiciones regulares mientras que los sembrados recientemente denotan un crecimiento desuniforme y pérdidas del stand de plantas. En paralelo, si las lluvias no se desarrollan en lo inmediato, la intención de siembra podría reducirse.
En Paraná, Entre Ríos, las buenas condiciones de la cama de siembra permiten que los lotes ya emergidos se categoricen como normales, permitiendo una buena cantidad de plantas logradas.
En Avellaneda, Santa Fe, la siembra continúa y en aquellos lotes donde las plantas ya emergieron, estas se caracterizan por un estado de cultivo normal. En Rafaela, la siembra avanza, incluso en lotes que se encuentran con estado de saturación en suelo, mientras que aún resta por sembrar hectáreas en Castellanos y Las Colonias.
A nivel provincial, las plantas emergidas muestran homogeneidad sin presencia de enfermedades.
Por último, en el norte del país no pudo completarse la siembra en aquellas hectáreas proyectadas producto de la sequía, dejando una menor superficie en la región, pero esas semillas se distribuyeron en otras regiones agrícolas, por lo cual la superficie proyectada a nivel nacional no se modificó.