Después de las lluvias de hace 10 días, las condiciones hídricas para el cereal mejoraron aunque la condición de cultivo “excelente/buena” sigue en niveles bajos.
Las lluvias que dejó la primera parte de septiembre permitieron mejorar la oferta hídrica del cultivo, el 53,3% del área implantada mantiene una condición hídrica entre adecuada y óptima pero la condición del cultivo no mejoró, y se mantiene en niveles altos respecto a la caracterización regular/mala (42%). Esto se debe a que las lluvias no pudieron compensar los daños causados por el déficit hídrico principalmente sobre el centro y norte del área agrícola nacional.
También en el norte del país se detectan problemas a partir de las altas temperaturas lo que suma hectáreas perdidas. Hacia el este se recortan las estimaciones en cuanto a los rindes y estos se proyectan entre 4 y 8 qq/ha y hacia el centro, los rendimientos de los lotes tempranos van de 5 a 35 qq/ha.
A raíz de estas situaciones y con el 46% del área en encañazón, se prevé una pérdida del rendimiento potencial de hasta un 60% e incluso comienzan a abandonase hectáreas por bajas en el stand de plantas, mala implantaciones del cultivo, daños irreversibles, lo cual proyecta una posible reducción en la estimación de producción.
Esas hectáreas en donde no se pudieron efectuar los planteos de fina, se destinarán a la siembra gruesa.
Por último, el sur del área agrícola mantiene mejores condiciones para el cultivo, aunque los planteos se encuentran levemente demorados respecto de otras campañas, producto de las bajas temperaturas y enfermedades foliares.