La campaña de fina 2022/23 comenzó con uno de los peores escenarios de las últimas décadas y durante el transcurso de la misma las condiciones no mejoran lo que limita el normal desarrollo del cereal.
Tras una nueva semana sin lluvias significativas, la condición del cultivo continúa empeorando y mantiene fuertes retrasos frente a la campaña anterior y al promedio de los últimos cinco ciclos. La ausencia de precipitaciones, la profundidad de las napas, la escasez de humedad en suelo provocan una de las peores condiciones para el cereal en las últimas campañas.
Actualmente el 51,1% del área presenta condiciones entre regulares a sequía e incide también en la condición mala del cultivo en donde en la última semana ascendió al 46% de los lotes, localizando los errores cuadros en el centro y norte del área agrícola (el 89,3% de los lotes de la región se caracterizan como malos).
Si bien el pasado miércoles se registraron algunas precipitaciones, estas no fueron suficientes como para revertir los cuadros de los planteos tempranos si no que favorecieron parcialmente la humedad para los tardíos.
En el sur del área agrícola donde al momento se dan las mejores condiciones a nivel país, ya comienza a requerirse de lluvias a corto plazo. En esta región los principales problemas se asocian a las continuas heladas que retrasan el crecimiento del cultivo. En paralelo, sobre el sudeste de Buenos Aires comienzan a manifestarse síntomas por estrés hídrico.
Por otra parte, en la última semana comenzó la cosecha en el norte del país, con rindes entre 5 a 9 qq/ha, valores que se encuentran dentro de lo esperado para la atípica campaña en curso.
Por último en áreas del NEA, Córdoba y Núcleos Norte y Sur, se registran nuevas hectáreas perdidas y lotes destinados a consumo o barbecho para la campaña gruesa.