El relevamiento de la proyección de siembra que realizó la Bolsa de Cereales en las últimas semanas arrojó que la superficie destinada a la oleaginosa sería la mayor en seis años.
De cara a una nueva campaña de soja, la tendencia de oleaginosa 2022/23 se revertirá después de seis años al corroborarse una mayor superficie destinada al cultivo, principalmente de los planteos de primera, luego de que varios cuadros que iban a ser destinados a la campaña de fina se vieron anulados a partir de la falta de humedad en suelo además de los lotes perdidos por la falta de establecimiento de los cereales.
Los altos requerimientos de insumos, como son los fertilizantes para la producción de maíz, incidieron sobre la decisión de siembra de los productores lo que originó una mayor tendencia al aumento de la superficie de soja. Además, la buena disponibilidad de semilla frente a la ausencia de las de girasol y la menor inversión por hectárea en comparación a los demás cultivos, fueron claves.
Bajo este escenario se proyecta una superficie a sembrar de soja de 16.700.000 hectáreas, la cual establecería un incremento frente a la campaña 2021/22 del 2,5% (Superficie sembrada 16,3 mill. ha). Esta superficie estimada representa la primera expansión del área a sembrar luego de la campaña 2015/16.
Sobre el total de la oleaginosa, el incremento de la superficie sería de un 6,5% para la soja de primera, que en números absolutos representa aproximadamente 690.000 hectáreas, el 68% de la superficie total, mientras que para la la soja de segunda se espera una reducción del área a sembrar de 300.000 hectáreas.
La proyección de producción ascendería a 48 mill. tn. mostrando un aumento frente al ciclo previo del 11%.
Si bien durante el mes en curso podrían registrarse precipitaciones, estas solo serían propicias para dar inicio a las primeras labores en los lotes. Incluso en áreas del sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y el oeste del área agrícola las lluvias podrían continuar por debajo de lo esperado siendo un problema para el inicio de la campaña de la oleaginosa.
Sin embargo, para el 2023 y con la salida del evento La Niña, posiblemente retornen las condiciones de neutralidad con precipitaciones que se acercarían a la media, favoreciendo los requerimientos del cultivo.