La siembra en la región Núcleo maicera y a nivel país se encuentra regulada por la falta de humedad en la cama de siembra que impide el normal avance de las labores.
La siembra de maíz en el mes de octubre marca un ritmo bajo e incluso con la siembra maicera detenida en amplias zonas productivas del país.
En Buenos Aires la siembra prácticamente no comenzó debido a la falta de humedad del suelo, habiéndo sembrado solamente lotes en Junín y Pergamino que cuentan con riego artificial, por lo que una proporción muy importante de la superficie del maíz 2022/23 se trasladará a siembras tardías.
En Córdoba, lentamente comenzaron a sembrarse algunos lotes con maíz temprano en Laboulaye, Río Cuarto, Villa María y San Francisco. Mientras que en Marcos Juárez la siembra avanza a un mayor ritmo, aunque las heladas generaron el quemado del 100% de las hojas en varios lotes.
En Casilda y Venado Tuerto, Santa Fe, la siembra prácticamente no avanzó en este mes, solo se registran algunos avances menores.
En Paraná, Entre Ríos, la siembra de los maíces de primera se completó. Los cuadros crecen en un escenario de sequía en gran parte de la región.
Mientras las lluvias sean insuficientes, los vientos sequen la región y las heladas compliquen la implantación de los cultivos, la siembra de maíz seguirá atrasada frente al avance de las campañas anteriores. Actualmente, el ritmo de siembra es similar al de la campaña 2016/17 y marca el menor ritmo en seis años.
De no concretarse con los últimos planteos, la campaña 2022/23 solo tendrá un 10% de la superficie destinada a la producción de maíz temprano en la zona núcleo, dejando el menor área sembrada en una década.