Los biocombustibles en el 2022 se mantienen en niveles positivos y se encaminan a cerrar el año con mejores saldos que los últimos años.
En el mercado local, los biocombustibles se presentan en un escenario que les permite un buen desenvolvimiento. Tanto el biodiesel como el bioetanol, derivados de la soja y el maíz, añaden valor agregado a la producción nacional de grano.
En el caso del bioetanol con base de materia prima al maíz, en los primeros meses del 2022 se mantuvo en un ritmo históricamente elevado, alcanzando niveles récord.
Hasta julio la producción de bioetanol logró una participación del maíz superior a la caña de azúcar. Desde el 2014 al 2021 la participación del cereal se posicionó entre el 50% y 60% de la producción total, mientras que en el 2022 resultó mayor, alcanzando el 64% de la producción total.
El último récord de la producción de bioetanol, asociado a la producción de maíz, se efectuó en el 2018, pero los actuales valores indican que posiblemente el 2022 marque un récord.
A diferencia del bioetanol que abastece la demanda interna, la producción del biodiesel derivado de la soja, tiene un mercado internacional. En las últimas 5 campañas la participación del biodiesel argentino se posicionó cerca del 60% en las operaciones globales, con un mínimo del 51,3% en la campaña 2017/18.
Sin embargo, en las últimas dos campañas los desempeños de la comercialización fueron inferiores, pero en los últimos meses las operaciones se mantuvieron en alza con el fin de abastecer al mercado energético argentino.
Según el INDEC, las exportaciones hasta agosto alcanzaron las 913.000 toneladas, lo que arroja un promedio de embarques por mes medidos en volumen de 114.000 toneladas. Antes de la pandemia, las toneladas mensuales exportadas fueron de 116.000 toneladas.
Además, en contexto de suba de precios, el ingreso de divisas marcaría un máximo en la última década que superaría los 2.000 mill. de dólares para las operaciones de biodiesel.
En caso de mantenerse este ritmo de embarques, el 2022 podría cerrar con un año muy positivo para las operaciones de biodiesel y bioetanol.