En la última semana las precipitaciones mostraron un recupero de la condición hídrica en suelo para varios sectores del país, pero no tuvieron repercusiones importantes en el cultivo.
Las lluvias registradas en gran parte de la región Pampeana, que alcanzaron los 90 mm, generaron aumentos en los niveles de agua en suelo en gran parte de los cuadros implantados, incluso la condición hídrica aumentó un 10%, lo que llevó a que el 53% de los cuadros se encuentren con una humedad adecuada a óptima.
Pero las lluvias dejaron sin impacto al cultivo de trigo, solo permitieron frenar el deterioro de los cuadros ya implantados. Frente a la semana previa, la condición de cultivo sólo mejoró un 1%, ya que la condición regular-mala se caracterizaba del 52% en los últimos días y la actual del 51%.
Esto se debe a que la mayor parte de los lotes implantados ya iniciaron el llenado de grano, por lo que estas lluvias no tuvieron un efecto significativo. Incluso se espera que no impacte sobre los rendimientos.
En este contexto, el 21% del cultivo se encuentra en espigazón y el 28,9% en llenado de grano.
En cuanto a la cosecha, comenzó en el NOA, donde se registran rindes promedios entre 6 a 8 qq/ha mientras que en el NEA, los rendimientos se mantienen en 12 qq/ha, similares a los obtenidos en el ciclo 2021/22.