La falta de agua en los perfiles, los niveles de las napas bajos y los pronósticos de lluvia a corto plazo condicionan los rendimientos de la soja de primera 2022/23.
Con un panorama climático que presenta precipitaciones por debajo de los registros normales, la siembra de soja de primera se ve ampliamente relegada a nivel país. Al momento solo se sembró el 47% de soja en la zona núcleo, en números totales 1,9 mill. de ha. de las 4,1 mill. estimadas, registrando el menor avance de siembra de las últimas cinco campañas y mostrando un retraso del 42% respecto al último ciclo.
En el noreste de Buenos Aires se sembró el 20% de la superficie y en el sur de Santa Fe solo el 30%, en ambas regiones se esperan lluvias para poder terminar de sembrar. Solo en el sudeste cordobés se sembró el 80%.
En base a esta situación, y respecto a la ventana de siembra óptima, los rindes potenciales caerían entre un 10 a un 15% de lo esperado.
El horizonte productivo para la zona Núcleo sería de apenas 35 qq/ha, diferente de los 40 a 50 qq/ha promedio de la región. Quedando a la espera de precipitaciones entre 120 y 180 mm para recuperar las condiciones óptimas en el perfil de suelo, que permita alejarse del escenario de escasez hídrica antes de que la soja llegue a llenado de granos.