La siembra del maíz y soja avanzan lentamente en la totalidad del país, regulado por la presión climática que ejerce el tercer evento consecutivo de La Niña. Los acumulados de lluvia por debajo de la media provocan niveles de humedad de suelos muy limitados.
Bajo este contexto, la siembra de gruesa avanza lentamente, incluso se mantiene en un 40% por debajo del avance del año pasado.
Al momento, la superficie sembrada es la más baja desde la campaña 2000/01, marcando el ritmo más lento en 22 años.
Respecto al maíz, se sembraron 3,3 mill. ha.,marcando la superficie más baja desde la campaña 2015/16, mientras que para la soja, la siembra cubre 2,8 mill. de ha. representando la superficie más baja desde el año 2000/01.
Este retraso en la siembra de soja, deja al 76% de los planteos de primera fuera del período óptimo, generando que el potencial productivo sea el más bajo de los últimos 12 años.
En el caso del maíz, la siembra se mantiene en registros por debajo de los normales como sucede en Santa Fe donde no se supera el 50% de la superficie proyectada lejos del 70% cubierto el año pasado en el mismo periodo. En Buenos Aires, la siembra cubre el 36% de la superficie, mientras que en la campaña anterior cubría el 73%.
Con este escenario, el esquema productivo de maíz se mantiene principalmente en las siembras tardías, con riesgo de que varios lotes destinados al cereal pasen directamente a soja.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario indican que de no concluir las siembras en Argentina, el impacto en el país sería muy contundente ya que el complejo soja y maíz aportan un gran porcentaje de divisas en las operaciones de exportación, tal es así que en el 2021 explicaron más del 42% del total exportado.