Los niveles de reservas hídricas en todo el país son alarmantes, con semanas de máximas por encima de los 40°C, viento, baja humedad relativa y escasas precipitaciones, la demanda atmosférica se intensificó, desecando aún más los suelos productivos.
Prácticamente toda la provincia de Santa Fe está en alerta, con la categoría de sequía más grave, incluso registrando las menores reservas hídricas de los últimos 30 años, al igual que sucede en la mitad norte de Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y el noreste de Buenos Aires.
En comparación con la campaña 2008/09, el actual ciclo es peor. En aquella situación las lluvias llegaron a principios de diciembre para mejorar las condiciones de los cultivos. En cambio, la campaña gruesa actual transita bajo las peores condiciones de las últimas tres décadas.
Si bien las altas temperaturas podrían generar precipitaciones, el sistema de alta presión fuertemente establecido sobre la zona central del país, impide el desarrollo de precipitaciones significativas. Esperando el mayor nivel de actividad atmosférica en la segunda quincena de diciembre. Sin embargo, de mantenerse lluvias normales en la segunda parte del mes, el déficit seguirá ya que los suelos arrastran la escasez de noviembre, en donde solo las precipitaciones lograron cubrir apenas la mitad del registro pluviométrico promedio.