Las hectáreas de soja muestran síntomas graves por estrés hídrico y más de 400.000 ha. ya se encuentran en malas condiciones.
El ciclo sojero 2022/23 transita bajo condiciones de sequía severas y los síntomas por estrés hídrico y térmico se hacen cada vez más presentes y alarman a todas las producciones nacionales con foco en la región Núcleo.
Con 400.000 ha. en malas condiciones y 1,6 mill. de ha. regulares a malas, la preocupación en la zona núcleo aumenta. La floración en plántulas de tan solo cuatro nudos son uno de los síntomas principales, como también el quemado de hojas, plantas muertas por desecación, fitotoxicidad, entre otros.
La floración de las plántulas de soja de tan solo 30 días de emergencia y entre 3 y 4 nudos se reportó en varios lotes de Cañada de Gómez, asociado al severo estrés que atraviesan las hectáreas de la zona, pero también sucede en General Pinto en donde las siembras tienen sólo 40 días de emergencia.
En términos absolutos, son 2 mill. de ha. en la región Núcleo que están en condiciones críticas, y con los parámetros ambientales que parecen no revertirse, en varias zonas comenzaron a plantearse el no realizar resiembras.
En Bigand, ya se perdió un 15% de lo implantado de soja de primera; en Villa Mugueta, los lotes empezaron a secarse; en Corral de Bustos se reportan problemas de carry-over, asociados a la persistencia de los herbicidas aplicados que se mantienen por un mayor tiempo en suelo, lo que genera efectos de toxicidad.
Restando más de 200 mil ha. de soja de primera y 400 mil ha. de segunda por sembrar en la zona Núcleo, según la Bolsa de Comercio de Rosario la siembra de la oleaginosa 2022/23 logra cubrir el 60% de la soja total proyectada, a la espera de precipitaciones para completar la siembra. Sin embargo, la situación es muy dispar. En Carlos Pellegrini y Corral de Bustos se sembró el 80% del área intencionada, mientras que en Cañada de Gómez se lleva sembrado entre un 10 a un 30% con pronósticos sin lluvias y panorama de Niña hasta marzo.