La sequía continúa dejando una producción actual comprometida, la cual también tendrá impacto en el 2023.
Para que el año siguiente mantenga un buen ritmo de producción nacional, el ciclo actual debería sumar entre 14,8 y 15,1 mill. de terneros y terneras. En 2019 la producción de terneros alcanzó los 14,95 mill. de animales, el cual se redujo a 14,31 mill. en 2020 y se recuperó a 14,46 mill. en 2021. Teniendo en cuenta el estado actual de los campos, posiblemente la producción de terneros sea inferior. Además de las cabezas logradas, también será determinante los animales destetados para la proyección de la producción del ciclo 2023. Pero, el principal problema actual para mantener el stock nacional, radica en las condiciones climáticas que son poco favorables.
La actual situación de los campos y la condición corporal de las vacas, lleva a los productores a la venta anticipada de animales. Tal es así que hasta noviembre se registraron 9,52 mill. de terneros y terneras saliendo de los campos, 500 mil terneros más que el año anterior en el mismo período.
En paralelo, se da otra situación que es el incremento de los costos de engorde a corral para terminación. La incorporación de kilos a través de grano, reduce los tiempos de permanencia, pero producto de los altos costos, comienzan a registrarse animales más livianos.
Actualmente, con la oferta de maíz temprano proyectada a la baja, el precio del grano para los próximos meses estima una suba del 30% cómo base, lo que representa para el feedlot un incremento en los costos dejando un menor margen económico.
Si bien, se espera un cambio en las condiciones atmosféricas que podrían revertir el escenario para las producciones a campo generando una mayor retención de la hacienda, el 2023 se anticipa como un año con menor oferta de carne vacuna nacional.