Por la falta de agua útil en suelo, la siembra de maíz tardío no comenzó en el centro norte de Santa Fe.
Mientras que el maíz temprano avanza en su desarrollo, el impacto de la ausencia de precipitaciones y las heladas dejan un estado deplorable. El déficit hídrico y la marcada amplitud térmica generan que con el avance de las jornadas las condiciones de maíz empeoren, incluso ya se están realizando labores de picado, como también se analiza la posibilidad de liberar parcelas para destinarlas a la siembra de soja tardía, a la espera de lluvias en el corto plazo.
En lo que va de la campaña gruesa, el maíz temprano es el cultivo que más daños presenta por las condiciones ambientales.
Por otro lado, la siembra de maíz tardío no comenzó por la falta de agua útil en el perfil del suelo. A inicios del ciclo actual, el maíz tardío fue el cultivo al que más se le destinó hectáreas, con el fin de disminuir riesgos por la falta de agua. Pero en lo que va de diciembre, las lluvias no fueron suficientes como para dar inicio a la siembra y las labores se retrasaron. En simultáneo, la ventana de siembra comienza a acortarse y los riesgos de una mala cosecha se incrementan.
Por otra parte, ya se implantó el 70% de la estimación de siembra para la soja de segunda que en números absolutos son 406.000 ha. aunque actualmente se frenó a la espera de lluvias en el corto plazo.
En simultáneo, en el centro norte de Santa Fe, la siembra continuó con las labores de implantación de sorgo y soja tardía.