En el 2022, la segunda llegada de La Niña impidió que sea una campaña normal. Las condiciones de sequía afectaron la producción local y la molienda de soja pasó de 41,2 mill. tn. (año: 2021) a 37,2 mill. tn. en el 2022, una caída del 10%.
Entre campañas, la producción mostró una merma aproximada del 6% al pasar de 45 mill. tn. a 42,2 mill. tn. en parte por la ausencia de precipitaciones y las condiciones de sequía que impedían el normal desarrollo del ciclo de la oleaginosa.
Esto llevó a una reducción en la molienda y en los primeros tres meses del 2021 se procesaron 9,2 mill. tn. frente a las 7,8 mill. tn. del mismo período en 2022.
En simultáneo, producto de las medidas relacionadas a los derechos de exportación, los envíos de harina y aceite de soja cayeron, favoreciendo la exportación del poroto de soja. En este sentido, la exportación de poroto creció de 5,36 mill. tn. en 2021 a 5,5 mill. tn. en 2022.
Por otra parte, la importación de soja desde Paraguay pasó de 10 mill. tn. en la campaña 2020/21 a las 4 mill. tn. en el ciclo 2021/22, por lo que se cubrió con importaciones desde otros países, como Uruguay, Bolivia y Brasil, aunque no fue total por lo que se mostró una merma de importaciones para procesamiento del 33% alcanzando un mínimo de cinco años.
Para finalizar, las perspectivas de producción para la campaña 2022/23 es de 37 mill. tn. lo que refleja la tercera producción de soja más baja en 15 años y preocupa al sector.