Si bien la oferta en enero es elevada, se percibe la ausencia de terminación.
Enero dejó un incremento en la actividad de faena. En el primer mes del año se faenaron un total de 1.185.257 cabezas de acuerdo a la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario. Este número, en comparación al año anterior, registró un incremento del 20%, incluso si se evalúa el mismo periodo respecto a años anteriores, enero/23 es el de mayor faena de los últimos 15 años.
Sobre ese total, la participación de hembras se mantiene en 45,4%, con una faena de vacas que sigue siendo elevada especialmente en las zonas más afectadas del país por la sequía.
A pesar de esta elevada oferta a corto plazo, la sequía ya comienza a demostrar una escasa hacienda terminada. Es por ello que se observa una menor participación de novillitos y de vaquillonas, en -3,9% y -8,5%, respectivamente.
La situación actual llevó a la corrección anticipada del precio de los novillitos, la cual se esperaba a comienzos de marzo, mientras que los precios del ternero también se alinearon con esta suba. En lo que va de febrero, según los datos publicados por ROSGAN el ternero logra los $496,56, una mejora del 38% respecto de enero pasado, y si se compara con febrero de 2022 la suba de la categoría es del 54%, mientras que el novillito logra un 63% interanual.
En simultáneo, se da otra situación que es el ingreso de los terneros a los corrales por la falta de pasto. Según la Cámara Argentina de Feedlot, los ingresos a los establecimientos crecieron notablemente alcanzando el 63,1% de la capacidad total, lo cual resulta de la salida obligada de los lotes a causa de la sequía. A partir del segundo semestre del año se espera que la hacienda terminada comience a mostrar aumentos.