Luego del paso del frente frío que dejó heladas sobre el oeste del área agrícola, la estimación de producción de soja cae 4,5 mill. tn.
A pesar de la recuperación parcial que tuvo el cultivo durante la segunda quincena de enero, las variantes climáticas dejaron un escenario difícil para las producciones de gruesa.
El paso de la octava ola de calor del verano y la ausencia de precipitaciones generaron en los cultivos fuertes síntomas de estrés termohidríco. Por si no fuera poco, recientemente se registró el ingreso de una masa de aire polar con temperaturas mínimas fuera de época que dejó la ocurrencia de heladas tempranas en el oeste del área agrícola, presionando aún más sobre la estimación de producción. Los registros mínimos estuvieron en 5/10°C y en otras regiones aún menos, lo que llevó a que en San Luis, el sur de Córdoba, el norte de La Pampa y el oeste de Buenos Aires se registren los cuadros de soja más afectados, los cuales en su mayoría se encontraba en plena definición de rendimientos.
A raíz de la incidencia climática de los últimos días y sin pronósticos de lluvias a corto plazo, la estimación de producción cae 4,5 mill. tn. a 33,5 mill. tn. Sin embargo, los efectos del golpe de calor de la primera década de febrero más el paso del frente frío tiene una alto grado de impacto que aún no se puede cuantificar totalmente, es por ello que las mermas productivas podrían ser aún mayores y adicionar nuevas bajas del stand de plantas.
Actualmente, con la soja en plena definición de los componentes del rendimiento, el 70% de la superficie está en regular/sequía, por lo que 6 de cada 10 hectáreas mantiene una condición de cultivo entre regular y malo que se profundiza según la región. Sobre el norte del área agrícola, el área implantada depende de las lluvias esperadas a corto plazo para no incidir en la proyección de producción.