Tras meses en un contexto inflacionario en alza, los precios de la hacienda se ven afectados al igual que todos los rubros.
En lo que va del 2023, la inflación acumulada logra un total de 21% en medio de un contexto de fuerte suba del dólar. Bajo este escenario económico se desarrollan las producciones argentinas, y el sector ganadero no es ajeno a estas cuestiones.
La combinación de la seca con un proceso inflacionario muy elevado está generando una fuerte descapitalización en el sector. Esto sucede en un contexto local en donde la económica se deterioró fuertemente y el poder de compra de los consumidores finales se redujo drásticamente.
En los últimos 12 meses, se registró un importante deterioro en los valores, especialmente en las de invernada que fueron más afectadas por la incidencia del clima.
Según ROSGAN, considerando el mes de marzo, las categorías de faena perdieron en promedio entre un 20 a 30% interanual.
En aquellas de venta directa del productor como la vaca flaca o el ternero el recorte económico es aún mayor, la vaca flaca perdió un 43%, mientras que el ternero un 30% interanual.
Enmarcado en una sequía extrema, en el primer trimestre del 2022 salieron desde los campos un 23% más de animales que el trimestre pasado, acumulado un total de 2,8 mill. terneros. En el caso de la cría, si bien la pérdida de valor del ternero es muy fuerte, en muchos campos en donde recuperaron las reservas se están recibiendo parte de estos terneros y también vacas lo que permite actualizar el número de cabezas.