De cara al inicio de la siembra de fina, los registros pluviométricos en la zona productiva del país superaron lo esperado, aunque la mejora sólo llegó a la franja este de la Región Pampeana.
Con lluvias localmente intensas, entre 50 a 180 mm en zonas puntuales de la Región Pampeana, la perspectiva de siembra de fina resulta más optimista. Los acumulados duplicaron y en algunos casos triplicaron las medias mensuales posibilitando el normal inicio de la campaña 2023/24 en las áreas beneficiadas y dejando atrás uno de los peores escenarios de los últimos 15 años.
Sin embargo, hacia el oeste los milímetros resultaron escasos, ya que las precipitaciones se desarrollaron desde el centro de Santa Fe, hasta el este de Buenos Aires y Córdoba. En este contexto, La Pampa y San Luis se mantienen fuera de la perspectiva de siembra de trigo.
Los días calurosos, en conjunto con la humedad facilitó las importantes lluvias sobre el este nacional, incluso los valores reportados, superiores a la tendencia de mayo, presentaron un patrón asociado a los meses cálidos. Pero al no registrarse acumulados en el oeste, más del 50% de la zona productiva triguera aún continúa sin condiciones óptimas para la siembra.
En el caso de Santa Fe, severamente afectada por la sequía, recibió los eventos más importantes, en donde más del 30% de la superficie superó los 100 mm. En Sunchales se informaron 173 mm y en Rosario, 138 mm.
En Buenos Aires, los eventos no fueron tan importantes aunque el 60% de la superficie provincial recibió lluvias entre 30 a 120 mm.
- San Pedro: 100 mm;
- Pergamino: 95 mm;
- Junín: 82 mm;
- Dolores: 122 mm;
- Balcarce: 75 mm;
- Benito Juárez: 65 mm;
- Villegas: 2,5 mm.
- Coronel Pringles: 4 mm;
- Coronel Suárez: 6 mm.
En Entre Ríos, el 40% de la superficie superó los 100 mm.
- Paraná: 174 mm;
- Concepción del Uruguay: 100 mm.
En Córdoba las lluvias fueron escasas y apenas pocas localidades superaron los 10 mm, como el caso de Monte Buey con 16 mm y Guatimozín con 50 mm.
Por último, la esperanza de un incremento en la intención de siembra aumenta si se considera que en mayo/21 un evento similar, previo al inicio de campaña, terminó arrojando una productividad del ciclo récord, pero como salvedad en ese entonces no solo el este recibió precipitaciones, si no que también el oeste. Sin embargo, luego de estos eventos la expectativa por una mejor campaña se acrecienta.