En plena cosecha de maíz y con resultados magros, comienzan a resurgir las primeras intenciones de siembra. Si bien se esperaba que las primeras encuestas arrojaran una mayor elección por la soja, los productores siguen optando por el cereal.
El maíz es uno de los cultivos de alto requerimientos del paquete tecnológico pero las primeras encuestas en la región Núcleo señalan un nivel de siembra similar a la del ciclo 2022/23 y una apuesta por las gramíneas.
Según las encuestas realizadas por la Bolsa de Comercio de Rosario, la intención de siembra en la región Núcleo en la mayoría de los casos aumentaría ligeramente frente al ciclo en curso a la espera de precipitaciones al inicio de septiembre que permitan garantizar una buena siembra y un normal desarrollo del cultivo, y también, un incremento de la superficie de maíz temprano.
En Marcos Juárez la primera intención de siembra indica un incremento del 10%.
En General Villegas estiman aumentos importantes si llueve a principios de septiembre que permitan recargar los suelos, pero creen que sembraran mayormente maíz tardío.
En Cañada de Gómez, estiman una suba del 20%.
En Carlos Pellegrini indican una siembra al igual que el año anterior y se basan en las compras anticipadas de las semillas.
En Bigand indican que se mantendría igual.
Si bien estas regiones estiman crecimientos o similitudes, hacia el sur de Santa Fe y el noroeste de Buenos Aires la caída en la siembra sería de un 30%, producto de que aún se mantiene la expectativa por los precios y el impacto de la cosecha de Brasil.
En paralelo, la soja se ve como una buena opción por el menor requerimiento y el costo inicial.
En general se cree que la superficie aumentaría en donde los productores no hayan hecho trigo, mientras que bajaría en donde no se cuente con la posibilidad de una alta inversión y se mantenga una baja liquidez del cereal actual.