Con la siembra en marcha, las primeras proyecciones de producción indican una suba del 40% frente al ciclo anterior, lo que en números absolutos arrojaría una producción de 16,2 mill. tn.
Comenzó la siembra triguera en el país y las primeras proyecciones de producción indican un recupero respecto de la campaña pasada, el cual sería un 40% superior y para la que se estiman 16,2 mill. tn.
La estimación surge de las buenas recargas en el perfil de suelo tras la modificación del patrón climático que fue dirigido durante estos últimos tres años por La Niña. En mayo cuando las lluvias se hicieron presentes, una gran parte de la superficie que se estimaba como perdida para el ciclo 2023/24 tuvo la posibilidad de nuevamente introducirse en la campaña actual y dejar atrás el escenario aterrador de la caída abrupta que se esperaba si no cambiaba el registro pluviométrico. Al momento solo se estima un recorte en la siembra interanual del 5%, con una intención de 5,6 mill. ha.
Luego de la campaña 2022/23 que apenas logró los 11,6 mill..tn. el ciclo actual se proyecta mejor, aunque sería la segunda menor en 8 años, desde la campaña 2015/16 principalmente por la menor área sembrada desde la campaña 2017/18.
Por otra parte, el escenario actual de las exportaciones de trigo se ve muy afectado por la escasa producción, pero la buena estimación de la campaña 2023/24 permite proyectar exportaciones crecientes que podrían alcanzar las 9,5 mill. tn. entre noviembre y diciembre de 2024 lo que arrojaría un crecimiento del 120% por encima de la campaña actual y una suba 2.375 mill. de dólares a precio actual.
Otra gran ventaja es que para Australia se proyecta una producción de maíz en baja, por lo que es una situación comercial alentadora para Argentina ya que el mencionado país es el cometido principal en el hemisferio sur.
Sin embargo, las estimaciones dependen del año actual, la competitividad de nuestro grano, las políticas de exportación, el consumo interno, etc., los cuales serán determinantes.