En la región núcleo el otoño finalizó con un balanza pluviométrico positiva.
El otoño 2023 había comenzado con precipitaciones pero no lo suficientemente importantes como para revertir el escenario de humedad en suelo. Sin embargo, en la segunda quincena de mayo las precipitaciones lograron modificar el patrón hídrico.
Las lluvias eran esperadas por muchos productores, ya que el inicio de la campaña comenzaba con reservas escasas después de tres años consecutivos de La Niña y la sequía instalada en muchos sectores del país. Si bien las precipitaciones lograron cubrir una gran parte de la región Núcleo (el 60% en condiciones de humedad óptima), hacia el centro oeste la situación no logra revertirse.
En general, sobre el 40% del área las precipitaciones lograron acumulados de 150 a 280 mm, y solo en un 5% superan los 280 mm, mientras que hacia el centro oeste, las lluvias no fueron suficientes y para revertir la situación son necesarios mínimamente 80 mm, para alcanzar el estado óptimo en el perfil.
Si se compara con un año atrás, el escenario era más crítico, ya que las lluvias apenas habían alcanzado la mitad de lo logrado en este 2023 y la región Núcleo mantendría toda su área con reservas escasas.
Para lo que resta de junio se esperan lluvias moderadas, pero con pocas posibilidades de cambiar el patrón de las zonas aún carentes de humedad, es por ello que muchas áreas quedarán sin una siembra fina a la espera del avance del fenómeno El Niño el cual ya se encuentra establecido.