La siembra de trigo 2023/24 finalizó, y el área sembrada queda por debajo del ciclo previo en un 23%.
A comienzos de la campaña, la región Núcleo mantenía una expectativa muy alta respecto a la siembra del trigo, incluso en muchos casos la esperanza estaba puesta en una siembra con agua mínima, o carente de ella, en función de la necesidad económica posterior a una campaña gruesa crítica. Pero, en la región, la siembra de trigo finalizó y el área destinada al cereal es una de las más bajas de los últimos 8 años.
En parte, la sequía continúa afectando la situación de la campaña actual, con una Niña saliente, pero con lluvias que no logran concretarse de forma significativa, los suelos se mantienen aun sin la humedad suficiente.
Al final de abril, más del 80% de los suelos estaban en sequía y escasez hídrica, en dicho mes la caída en la intención de siembra era entre un 15% a un 60%. Pero luego las lluvias llegaron para revertir parcialmente el escenario brindando un aporte hídrico en el este, pero no así en el oeste, dejando afuera un total de 100.000 ha. que esperaban ser implantadas en la última semana de la ventana de siembra.
En el oeste, no se sembró más del 60% por la falta de humedad en suelo, incluso hay hectáreas totalmente secas que requieren más de 200 ml, para recuperar un estado acorde para sembrar, por ello en Corral de Bustos se sembró un 20% menos respecto al año pasado, en Pellegrini un 30% menos y en el sudeste de Córdoba un 50% menos.
Por lo que el área triguera deja una superficie impactada de 1 mill. ha., 300.000 menos que lo sembrado en el ciclo 2022/23.