En la región Núcleo, parte de la superficie triguera considera como pérdida se mantiene principalmente en el oeste, superficie que se destinaría al maíz lo que permitirá un crecimiento del 14% respecto al año anterior.
La siembra triguera cierra el ciclo 2023/24 en la región Núcleo con un total de 1 mill. ha. sembradas, 300.000 menos que las implantadas en el ciclo anterior, que si bien hoy son consideradas perdidas para el ciclo de fina, se utilizarían para el maíz, por lo que sumaría 250.000 ha. respecto al año pasado logrando un total de 1,8 mill. ha.
En este ciclo, los productores mayoritariamente apuntarían a los planteos tempranos de maíz para lograr rindes potenciales, mientras que hacia el noroeste de Buenos Aires y Córdoba apuestan a las rotaciones con el cereal de invierno, por lo que sembrarían planteos de maíz tardíos.
Las encuestas actuales indican que el oeste es una opción muy atractiva, la cual podría llevarse a cabo a pesar de que hoy las reservas de agua útiles son entre escasas a secas.
A corto plazo, muchos pronósticos indican que las lluvias de importancia se desarrollaran durante la primavera lo cual resulta ser un factor determinante. Entre agosto y principios de septiembre las precipitaciones que se generen serán las claves a la hora de sembrar sobre la franja oeste productiva, ya que en muchos casos se necesitan entre 100 a 300 ml para lograr una optimización del perfil.
En General Villegas, el 50% de la superficie que no se destine a trigo pasaría a maíz y en Bigand, se espera una suba del 10% para el cereal de verano. Para lograr esto, la zona oeste del país se prepara con barbechos abiertos, residuales.