Los negocios para el trigo se mantienen en registros muy bajos para la época, incluso lo comercializado es el menor registro en siete años.
La sequía golpeó a la producción triguera 2022/23 dejando un volumen históricamente bajo y la mitad de lo alcanzado en 2021/22. Esto originó que la comercialización del cereal se viera truncada.
Los volúmenes de contratos y de fijaciones del trigo cayeron un 53% respecto a la campaña pasada. En números, lo negociado en 2022 era de 2,2 mill. tn., comparado con la actualidad que no supera el millón.
Sobre el total, lo comercializado corresponde a la campaña actual, mientras que las ventas de la próxima cosecha apenas logran el medio millón de toneladas.
Del trigo 2023/24 solo hay un 8% vendido, lejos del 37% que se comercializó en el año 2022 a esta altura del año.
Parte de la nulidad en las ventas al exterior se debe a la prórroga de embarques por 360 días que culminaría en noviembre 2023, y a la merma en las exportaciones que lleva a que la campaña 2023/24 se mantenga con operaciones nulas, cuando hace apenas un año atrás se habían vendido 8,6 mill. tn.
Con una siembra activa y con emergencia uniformes, la campaña avanza pero se contextualiza en un saliente mal ciclo lo que lleva a que el mercado físico se mantenga expectante a la definición de rendimientos.
La siembra ocupa 4,6 mill. ha. de 6 mill. proyectadas con la recuperación parcial de la humedad de los suelos a partir del aporte de la húmedas de los últimos meses que permite proyectar un horizonte muy positivo salvo para el oeste nacional. El avance de las labores se mantiene alineado con los años previos, aunque la campaña actual contará con 150.000 ha. menos que el ciclo saliente.