En la región central del país, más del 90% del área de trigo está entre buenas a excelentes condiciones.
Las lluvias de los últimos 15 días dejaron una condición de trigo muy buena en la región núcleo y muy diferente a la condición del año pasado. Actualmente, el 12% del área está excelente, mientras que el 80% muy bueno y el 8%, bueno.
Hace exactamente un año atrás, las heladas en conjunto a la sequía, dejaban a una gran proporción del cultivo de trigo en condiciones muy malas mientras que otras también se encontraban buenas, pero en un escenario en donde durante dos meses no hubo lluvias en los suelos productivos del centro del país y que simplemente lograban persistir por los milímetros aportadas a la siembra.
A pesar de las lluvias del 2023, el oeste mantienen una situación deficitaria respecto del este, en donde las lluvias de julio permitieron un buen crecimiento del trigo.
Respecto al estado fenológico del cultivo, en general se encuentra en etapas más avanzadas, ya que en la región por las buenas temperaturas el 80% de los lotes está iniciando la etapa de macollaje, el 15% desarrolla hojas, mientras que el 5% está emergiendo. Esta situación es muy diferente a la del año pasado en donde prácticamente la superficie estaba entre emergencia y en desarrollo de hojas.
En cuanto al rinde, este año nuevamente se apunta a los 50 qq/ha promedio, pero en muchos casos en donde no se utilice fertilizantes el potencial caería a 40 qq/ha.
En Bigand, a pesar del uso de fertilizantes, las reservas son más limitadas por lo que se espera que el cultivo alcance los 40 qq/ha, pero los que no apliquen tecnología llegarían a los 25 qq/ha.
En San Pedro y Baradero, luego de los 100 mm acumulados en el último mes, los cuadros apuntan a los 60 qq/ha fertilizados. En Carlos Pellegrini, por la poca disponibilidad de urea, el rinde alcanzaría un menor registro.