La siembra de girasol mantiene una fuerte demora en el centro y norte del país, lo que condiciona la estimación de superficie a sembrar.
En los últimos días la siembra avanzó un 6% de las 1.950.000 ha. estimadas para el ciclo 2023/24. Pero las lluvias, escasas en varias regiones productivas del país, y la ajustada humedad en suelo, generan fuertes restricciones hídricas que impiden un normal desarrollo de la campaña y marcan una demora interanual del 10%.
El riesgo por cubrir la superficie estimada para el ciclo actual aumenta, y ya se proyecta una merma en las hectáreas por lotes que no tienen un buen contenido de agua útil en el perfil de suelo y que no se recuperarían dentro de la ventana de siembra de la oleaginosa.
En la región NEA, la siembra cubre el 44% de la superficie proyectada, pero la baja oferta hídrica limita la siembra en el oeste de Chaco y parte de Santiago del Estero, por lo que en aquellos lotes en donde no se logre sembrar, la superficie se destinará a otros cultivos. En aquellas hectáreas en donde sí se pudo implantar, la falta de lluvias ralentiza el crecimiento de la oleaginosa que aún transita etapas de expansión foliar.
En el centro norte de Santa Fe, las lluvias dejaron un bajo aporte de agua en suelo y llevaron a que hoy varios lotes hayan sido descartados. Solo el 17% se logró sembrar con una demora interanual del 42%. De no revertirse este escenario, la intención de siembra oficialmente caería en los próximos días.
Por último, en gran parte de Buenos Aires y La Pampa, la decisión de siembra se efectuará en función de los parámetros económicos.