La semana anterior y en medio de la incertidumbre electoral, los valores de faena para todas las categorías registraron fuertes subas.
Con un total de 20.332 animales comercializados, un 20% menos que la semana anterior, la categoría novillos y vacas mostraron una reducción entre un 25 a 43%, siendo la categoría vaquillonas la única que entre semanas mostró un incremento del 6%.
En este escenario de reducción de oferta, los precios aumentaron notablemente, entre un 18 a 40%.
La vaca, con una participación mucho más reducida que la que mantenía hace semanas, se vio arrastrada a la suba, aunque sin liderar los aumentos. La vaca buena, cerró el viernes entre rangos de $740 a $800 el kilo, unos $100 por encima respecto de lo negociado una semana atrás, mientras que los lotes de vaca tipo conserva y manufactura mostraron subas moderadas con valores que rondaron los $600 a $650 el kilo.
En paralelo, el consumo aumentó llevando los precios en alza, asociado también a la falta de oferta, llevando a los lotes de hacienda liviana con máximos corrientes superiores a los $1.000 el kilo.
El IGMAG cerró la semana en $829,62 que comparado con el índice de la semana anterior refleja una suba del 36,4%.
En el transcurso de esta semana, comenzará a reflejarse la incidencia en los mostradores tras el nuevo escenario de la elección del domingo pasado.