Históricamente, Brasil se caracterizó como un importador neto de trigo y principal destino del cereal argentino pero en los últimos años muestra un papel de productor y exportador en crecimiento.
Debido a la logística y los precios fluctuantes del Mercosur, Brasil siempre se mostró como un importador neto de trigo, sin embargo en los últimos diez años, se posiciona como exportador del cereal a partir de que la producción mostró un gran crecimiento, lo que permitió aumentar las exportaciones de 80.000 tn. en 2013/14 a 2,7 mill. tn. en 2022/23.
Al momento, la cosecha en el país lationamericano se encuentra en un 87%, quedando pendiente únicamente la recolección de los lotes del sur del país. A causa de una caída en el rinde de uno de los mayores estados productores como es Rio Grande do Sul se espera una reducción en la cosecha de trigo para el ciclo 2023/24.
La disminución de la productividad se debe principalmente a los elevados volúmenes de lluvia durante septiembre y octubre, junto con episodios de granizo y fuertes vientos lo que en conjunto con las temperaturas fluctuantes favorecieron al desarrollo de enfermedades. Sin embargo, frente a la campaña previa se espera que el país aumente las exportaciones.
Por otra parte, la competitividad del trigo ruso y ucraniano, que en este último caso intenta continuar con las exportaciones marítimas a pesar de las irrupciones del corredor seguro, llevan a una fuerte competencia en el mercado internacional.