La producción se mantuvo en baja frente al año anterior, a pesar del aumento en el rendimiento.
El ciclo del cereal finalizó luego de una campaña con perfiles de suelo en escasa humedad, situación que se mantuvo en gran parte del desarrollo del cereal.
Sobre la etapa final se sumó la caída de granizo, fuertes vientos y tormentas intensas que afectaron en gran medida a los lotes.
En el norte de la provincia, la escasez de precipitaciones redujo el área implantada. Mientras que en la zona centro, en el oeste bonaerense y este de La Pampa, la falta de lluvias impactó en la etapa de macollaje afectando el número de espigas por metro cuadrado. Hacia el sudeste de Buenos Aires, las condiciones de humedad se mostraron excelentes y las lluvias acompañaron el ciclo hasta la cosecha.
Hacia el sur, la sequía redujo la superficie de cosecha y afectó los rendimientos siendo los partidos de Villarino y Patagones los más afectados e incluso perdieron el 90% de los lotes.
Bajo este panorama el rinde promedio de trigo fue de 2.700 kg/ha, un 4% más que en el 2023.
- La zona norte finalizó con un rinde promedio de 2.700 kg/ha, un +10% respecto al ciclo pasado.
- En el centro,el rinde medio se ubicó en 3.000 kg/ha (+15%).
- En sur concluyó con un rinde medio de 1.500 kg/ha y una drástica disminución del -32%.
En total la producción finalizó en 3,3 mill. tn., un 12% menos que el ciclo anterior debido a la disminución de la superficie cosechada (-15%), a pesar de la suba del rendimiento, un +4% interanual.