La Secretaría de Ganadería reveló las cifras de stock bovino al cierre del 2023, lo que dejó una visión del impacto de la sequía en el país. A pesar de una pérdida de 1,5 mill. de cabezas en comparación con el año anterior, el descenso del 2,7% refleja una resistencia mayor de la esperada frente a la incidencia climática.
En un contexto marcado por la sequía, la Secretaría de Ganadería reveló los datos del stock bovino al cierre del 2023. A pesar de los desafíos climáticos que presentó el ciclo anterior, el país registró un total de 52.783.892 cabezas de ganado, lo que representa una disminución del 2,7% en comparación con el año anterior.
La caída en el stock afectó a todas las categorías, siendo las vacas y los terneros los más perjudicados. Las vacas sufrieron una disminución de casi 600.000 cabezas, lo que representa un 2,6% menos en comparación con el año anterior. Esto llevó a que aumente significativamente el número de vacas enviadas a faena, alcanzando un récord de casi 3 mill. de cabezas faenadas durante el año.
Las provincias más afectadas por esta pérdida fueron Santiago del Estero y Córdoba, seguidas por Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe. A pesar de esto, la eficiencia reproductiva del ganado mostró signos de mejora. A nivel nacional, se lograron aproximadamente 14.685.000 cabezas de terneros, apenas un 2,9% menos que el año anterior, lo que permitió mantener un nivel estable de producción de terneros por vientre en stock, a pesar del aumento en la extracción de ganado para faena.
Finalmente, aunque el 2023 presentó desafíos significativos para la industria ganadera debido a la sequía, la mejora en la eficiencia reproductiva del ganado dejan una esperanza de recuperación gradual del stock nacional en los próximos años.