La campaña se ve desafiada por condiciones climáticas desfavorables y la propagación de plagas, lo que dificulta la cosecha y afecta la calidad de los cultivos.
A pesar de las inclemencias del tiempo, esta semana se logró cosechar 500.000 hectáreas de soja de primera. Sin embargo, la cosecha sigue rezagada, con un avance del 73% frente al 90% que debería representar según el promedio de los últimos 5 años. Es en el norte de Buenos Aires donde se evidencia el mayor retraso, contrastando con el avance en otras regiones: el noroeste con un 40% y el noreste con un 65%. En el centro sur y sur de Santa Fe, se trilló el 75%, mientras que en el sudeste cordobés, la cifra alcanza el 87%.
Se está cosechando granos con niveles de humedad por encima de lo óptimo, como se evidencian casos en Carlos Pellegrini con cuadros con más del 18% de humedad, o en Bigand, donde la humedad ambiente oscila entre el 16 y 17%.
Con lo cosechado, el rendimiento promedio de la región se mantiene en 42 qq/ha, aunque se observó una disminución en la calidad.
Por otro lado, la cosecha de soja de segunda presenta un progreso del 40%, con un retraso de 25 pp. respecto al promedio de las últimas 5 campañas, con un rendimiento medio de 38 qq/ha.
En cuanto al maíz temprano, en los últimos 7 días se registró un avance del 10%, con casi 700.000 hectáreas ya cosechadas, representando cerca del 80% de la superficie sembrada. Sin embargo, aún quedan alrededor de 200.000 hectáreas por cosechar, siendo la lentitud del ritmo de trabajo producto de las condiciones climáticas desfavorables.
Por último, los efectos y daños causados por el spiroplasma continúan siendo un tema preocupante en la región núcleo, anticipando una cosecha del maíz tardío que se adelantará significativamente, especialmente en áreas más afectadas por la chicharrita. Incluso se observa una marcada diferencia en el peso de las espigas afectadas por el spiroplasma en comparación con las no afectadas.