A pesar de un récord de producción y consumo en 2023, los costos productivos empezaron a subir nuevamente en abril de 2024, afectando la rentabilidad del sector porcino.
Durante la semana 19, del 6 al 12 de mayo, el precio de referencia para los capones, alcanzó $1049,45 por kilogramo. Esto representó una caída del 4,3% en comparación con la semana anterior y un aumento del 175,4% respecto a la misma semana del año anterior. La tendencia decreciente observada desde fines de 2023 continua, y acumulada un 19% en términos nominales desde el inicio del año.
Esta disminución en los precios se debe principalmente a una demanda que, en un contexto recesivo, no acompañó los aumentos iniciales.
Desde fines de 2023 hasta principios de abril de 2024, los costos productivos mantuvieron una tendencia bajista. Sin embargo, desde entonces, los precios de los principales insumos, como el maíz, la soja y la harina de soja, comenzaron a recuperarse, lo que impulsó al alza los costos en las diferentes granjas.
Tras un récord de producción y consumo en 2023, los indicadores del sector porcino comenzaron a retroceder en el primer trimestre de 2024. La producción acumulada fue de 174.000 tn., una disminución del 2,4% interanual, aunque sigue siendo el segundo valor más alto de la serie histórica. En cuanto al consumo aparente, sumó 177.000 tn. en el primer trimestre, cayendo un 4% interanual y quedando por debajo de los niveles de 2022 y 2023 para el mismo período. El consumo per cápita retrocedió casi 1 kg por habitante respecto al año anterior, ubicándose en 15,2 kg por habitante por año.
Esta significativa contracción de la demanda, que supera la disminución de la oferta, es el principal factor detrás de la debilidad de los precios del capón.