El consumo de fertilizantes aumentó producto de la recuperación productiva y la normalización de pagos de importaciones.
En lo que va del año las importaciones de fertilizantes crecerán un 70%, impulsadas por la mejora en la humedad del suelo y la flexibilización en el acceso al mercado de cambios. Aunque las perspectivas productivas para el segundo semestre están marcadas por la incertidumbre del fenómeno La Niña, se espera que su impacto sea menor que el del año anterior.
La campaña triguera 2024/25, con una proyección de siembra de 6,7 mill. de hectáreas, sugieren un aumento en el consumo de fertilizantes, lo que resulta crucial para la reposición de nutrientes tras dos años de disminución en el uso de fertilizantes.
Las importaciones de fertilizantes nitrogenados se duplicaron (+108%), destacándose la urea y el nitrato de amonio. En paralelo, las importaciones de fertilizantes fosfatados, MAP y DAP, aumentaron un 38% entre enero y mayo/24 respecto al mismo período del año anterior.
Para el resto del año, se proyecta un crecimiento del 45% en las importaciones de fertilizantes en comparación con 2023, alcanzando un valor de más de 2.100 mill. de dólares, un 55% más que el año pasado. No obstante, estos valores siguen siendo inferiores a los máximos de 2022, cuando se inició el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Por último, al momento las decisiones de compra y comercialización de fertilizantes se encuentran paralizadas debido al anuncio de la reducción del impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% previsto para agosto y septiembre, esta situación mantiene a la demanda con cautela.