La influencia de La Niña está en declive, con una reducción en su intensidad y una disminución en la probabilidad de su ocurrencia. Los pronósticos sugieren que el impacto será menor durante los meses de noviembre a enero.
La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) informó que el enfriamiento asociado a La Niña está disminuyendo. A pesar de la reducción de su intensidad, el informe subraya la importancia de contar con lluvias invernales adecuadas para garantizar que las reservas de agua estén bien abastecidas para la campaña.
Las lluvias durante el invierno fueron, en general, insuficientes, lo que genera preocupación por el lento descenso en los niveles de almacenamiento de agua.
En cuanto a las heladas, se espera que disminuyan y que las temperaturas aumenten gradualmente. Aunque los niveles de probabilidad de La Niña para la primavera y el verano son altos, muestran una disminución en los últimos meses. Los pronósticos recientes sugieren que La Niña sigue siendo probable, pero el enfriamiento registrado es de -0.93°C, que se encuentra justo por debajo del umbral de -1°C, considerado para eventos moderados.