El cuadro de situación es el de una tormenta perfecta, que se fue armando por una conjunción de factores que detonaron todos al mismo tiempo. Vayamos por partes. El reacomodamiento en las tarifas posiblemente sea el tema de mayor resonancia, por su impacto en el bolsillo de todos los consumidores. Se trata de un problema heredado, que “a priori” era complejo por variados motivos. Con tarifas “pisadas” durante mucho tiempo, la matriz energética era deficitaria y funcionaba a puro subsidio. El reacomodamiento en alza no iba a ser sencillo, más aún cuando coincidió con aumentos en el precio del petróleo en los mercados internacionales y con aumentos bruscos en el tipo de cambio en la plaza local. La tormenta tuvo otros agravantes, tales como el aumento de la tasa de interés en los mercados internacionales por un lado y la baja del precio de commodities por el otro. El menor…