La producción de biodiesel experimentó un declive significativo en el 2023, alcanzando mínimos no vistos desde 2008. Este fenómeno se atribuyó en gran medida a la sequía que afectó la producción agroindustrial del país.
La producción de biodiesel en Argentina se redujo drásticamente en el año 2023, alcanzando niveles mínimos comparables con los del año 2008, cuando la capacidad productiva era un 62% menor. La capacidad ociosa alcanzó un máximo histórico del 79%, reflejando la magnitud del impacto de la sequía en la industria. La falta de lluvias dejó un severo panorama para los cultivos de soja, lo que a su vez afectó la producción de biodiesel.
En un contexto desfavorable de precios en el comercio exterior y una producción reducida, las exportaciones de biodiesel cerraron la campaña 2022/23 con una caída cercana al 70%. Esto significó que los embarques de biodiesel al exterior representaron solo el 31% del total comercializado. Por otro lado, las ventas al mercado interno también se vieron afectadas, cerrando la cosecha en marzo con una caída del 28% en comparación con la campaña anterior.
La comercialización de biodiesel en 2022/23 se estima que fue la mitad de la cantidad comercializada en la campaña anterior, lo que refleja una disminución del 56% en la producción en comparación con el año 2022. Esta situación llevó a que la capacidad ociosa del biodiesel alcance niveles cercanos al 80%.
Aunque el inicio del año 2024 muestra una ligera recuperación en la producción de biodiesel, aún se sienten los efectos de la sequía. Si bien la producción de enero se encuentra un 15% por encima del mismo mes del año anterior, aún está un 25% por debajo del promedio de los últimos cinco años para el mismo mes.
Con la esperanza puesta en una mejora de los precios y las condiciones comerciales, se anticipa una reactivación en la dinámica exportadora del biodiesel de cara a la nueva cosecha.